martes, 7 de julio de 2020

UNPLANNED. NO APTO PARA MENORES


La película Unplanned ha llegado a nosotros. El argumento, muy resumidamente, cuenta la historia real de una mujer que trabaja para Planned Parenthood, una empresa dedicada a proporcionar los servicios necesarios a las mujeres que desean abortar. Durante años recibe a las clientes y las alienta para que no se dejen vencer por el miedo o la incertidumbre. Alcanza así uno de los más altos puestos en la empresa. Un día, por primera vez en todos esos años, entra en la sala donde se lleva a cabo un aborto. Sale de allí horrorizada por lo que ha visto, horrorizada por lo que ha recomendado durante tanto tiempo. Desde ese momento comienza su colaboración con organizaciones pro-vida.

Unplanned es una película militante, nadie va a llamarse a engaño. Pretende movilizar. Uno se pregunta a quién. No, desde luego, a los pro-vida, que no necesitan un alegato como éste. Y tampoco a los de enfrente, ¿quién se va a gastar el dinero para que los otros le hagan cambiar de opinión?

Me he asomado, por curiosidad, a las críticas que ha recibido. Hay de todo, como es natural. Dicen que no es una película “bonita”. Hay un cierto acuerdo en que tampoco es “exhibicionista”, pero bonita no es. Otros la consideran técnicamente pobre, carente de recursos, una historia “desaprovechada”. Y tampoco los actores, salvo dos o tres, han caído en gracia a los críticos.

Pero lo que más me ha llamado la atención es la furia que se transparenta en algunas de esas críticas. Que guste más o menos, que las imágenes crudas sean mejor o peor recibidas–cosa que no deja de ser sorprendente a la vista del cine gore que de tanto en tanto llega a nuestras pantallas sin grave escándalo de nadie-, que tal actor o actriz haría mejor en buscarse otro oficio,… todo eso lo damos ya por descontado en una crítica: para eso están. Pero no estamos acostumbrados a encontrarnos con una furia así. Nadie suelta tanta bilis por una cuestión estética. Esto sólo lo encontramos cuando están en juego las pasiones más que la razón. Como en una trifulca tabernaria, por ejemplo. O en un debate parlamentario.

Unplanned provoca pasiones porque es una película valiente que se atreve a romper con el "pensamiento único" y a dar información. Y la información levanta sospechas. En algún momento, años atrás, se propuso que uno de los requisitos para acceder al aborto fuera que la mujer contemplase una ecografía de su hijo. Se rechazó. Sin embargo, no era nada más que dar información, lo mismo que hace Unplanned. Información, eso que necesitamos cuando queremos tomar una decisión con conocimiento de causa, con responsabilidad. Con libertad.


Late en todo esto una cierta idea de que la mujer no está capacitada para distinguir lo bueno de lo mejor, y que alguien debe protegerla de la realidad, ocultándosela cuando, por su atrocidad, podría decidirla a conservar a su hijo. De modo que la mujer puede dormir tranquila: hay personas mayores que saben lo que le conviene, y lo que le conviene es abortar. Como sea. Incluso a ciegas.